Sobre Mi

Este soy yo.

Podría estar con mi cámara en la mano para "parecer fotógrafo".

Pero no.

Eso sería muy normal.

Tampoco busco ser raro.

Simplemente me encanta no pasar indiferente.

Eso es bueno para la fotografía, así obtienes fotos y no fotocopias.

Por eso no me escucharás decir:

"capturo tu momento mágico"

"apasionado por capturar historias"

"mágicos momentos inolvidables"

Ni ninguna de esas frases típicas que sacan ponys y unicornios.

Como fotógrafo, prefiero mostrarte cosas más interesantes.

Y reales.

En parte, porque no empecé a hacer fotos desde la teoría.

Empecé para ligarme a una chica mayor.

Una muy muy bonita.

Que me ponía muy muy nervioso.

A los 17 te ponen nervioso si te llevan varios años.

O al menos a mí, que nunca había tenido novia.

Y como siempre he sido algo reservado, se me hacían las piernas y la voz de gelatina cuando se trataba de mujeres.

No sé cómo le hice con ella, pero la invité a salir el fin de semana.

A un plan horrible.

No tenía nada de experiencia y ella seguramente sí, así que seguro sería un plan fatal.

Para no quedar como su peor cita, se me ocurrió agarrar la cámara semiprofesional que estaba en mi casa y decirle que le iba a hacer una sesión de fotos.

 

En mi cabeza era el mejor plan.

Imposible que no quedara loca por mí.

 

Gracias a que a mi papá le gustan las fotos de los viajes, siempre ha habido cámaras en mi casa a las que les picaba todos los botones por pura curiosidad.

Así que "ya sabía de cámaras".

Tal vez, a veces confío demasiado en mis habilidades, pero, ¿qué tan difícil puede ser? Es una buena cámara. Han de salir bien las fotos.

Pues no.

Salieron horripilantes

Un insulto a lo bonita que era ella.

De las peores fotos que he hecho en mi vida.

A parte de que no sabía usar la cámara, con ella me sudaban las manos y se me desconectaban las ideas.

Por suerte no le molestó.

Conectamos muy bien y todo fluyo increíble. Tan bien, que fue mi primera novia por un buen tiempo.

Bueno, menos.

Terminamos al mes.

Al menos me dejó dos cosas muy buenas.

La primera es que no necesito hacerle fotos malas a alguien para ligar. Ni fotos buenas. Ni fotos. Hay un montón de cosas que también son interesantes.

 

Y la segunda, que disfruto mucho la fotografía.

Gracias a ella retomé la curiosidad que tenía por las cámaras.

Y pasé de hacerlo solo por diversión a poder cobrar por ello.

 

También tiene mucho que ver que soy el tipo de persona al que le encanta comprar cosas bonitas.

Esas que cuestan más y no hacen nada extra.

Pero se ven bonitas


O traen un adornito que no lo hace mejor.

Pero se ve bonito.

Por supuesto también el celular que tiene tres camaritas que no uso porque tengo mi cámara.

Pero se ve bonito.

Esa manía con las cosas bonitas es otra parte por la que hago fotos.

 

Y respondiendo a la pregunta ¿hay más fotos de perros feos?

No te puedo prometer que no.

Pero tampoco estoy jugando.

Solo te puedo decir que lo último que pienso es en ser normal, porque lo normal es tener fotos con el teléfono y eso no es lo que hago.

Hago fotos que se vean especiales y te den buenas cosas de que hablar.

 

Entonces, de eso va mi lista de correo.

Donde cada día, te cuento algo que te ayuda a salir mejor en fotos.

Si te gusta la idea, ya sabes qué hacer con el botón de abajo.